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El pasado domingo, día 4 de Agosto partí de Madrid rumbo al aeropuerto de Noaín, Pamplona, para reunirme con los miembros del Proyecto de muestreo de los bivalvos de Navarra. Iba un poco a la ventura porque apenas conocía en qué consistiría el trabajo a desarrollar ni con qué personas iba a encontrarme.
Estas personas eran del Grupo de Natura Freixe, asociación que llevaría todo el peso de la expedición, y el conocido malacólogo Cristian Ruiz Altaba, que aportaría su inmenso conocimiento sobre el tema. Bien, esta gente resultó ser encantadora y excepcional, y desde aquí les mando un saludo por lo buenos que son tanto en su trabajo como a nivel personal.
Ese mismo día nos pusimos manos a la obra: debíamos hacer un recorrido del río Ebro anotando las muestras y hallazgos de moluscos. Se trataba de un proyecto sacado a concurso y promovido por la comunidad de Navarra.
Comenzamos recorriendo el río de Noroeste a Sureste, y en ello tardamos varios días. El primer punto de muestreo fue en las cercanías de un pueblecito llamado Recajo, donde comenzaron los problemas. Las zonas de acceso estaban en una finca particular y se nos prohibía el paso, con lo que tuvimos que buscar zonas de acceso alternativas, donde la vegetación de ribera no fuera además, demasiado abundante y nos impediera el paso. Esto nos ocurrió muchas veces a lo largo del trabajo, complicándonos la búsqueda y haciéndonos recorrer con el coche kilómetros y kilómetros inútiles.
La única muestra viva que encontramos ese día fue en un espacio de río ancho y con suelo bastante cenagoso, donde un compañero, ataviado de gafas de buceo y tubo, dio con un estupendo ejemplar de Anodonta. La existencia de Anodonta es esperanzadora, aunque como bioindicador, apunta que las aguas no están del todo bien, pues es uno de los bivalvos que más aguanta la contaminación. Pero al menos encontramos algo.
De todo el curso del Ebro, solo encontramos dos zonas con abundancia de bivalvos, donde encontramos muchos individuos de Anodonta y Unio en uno de ellos y además de estos dos, también Psilunio en las inmediaciones del pueblo de Milagro, en el último tramo del río al paso por Navarra. En general, en el río Ebro, los ejemplares encontrados estaban en los fondos arenosos y fangosos.
La conclusión general de Cristian Ruiz Altaba, fue que el río, uno de los más importantes de España, se encontraba en peor estado de lo esperado:
- El agua está muy turbia en casi todos los tramos del río. De hecho la materia orgánica depositada en algunos tramos confería a los lodos un aspecto negro y maloliente, siendo la anoxia evidente. Parece que hace unos años el dique de una presa se rompió y se produjo un movimiento masivo de lodos que quedaron depositados perjudicando intensamente la vida en el suelo del río, y esto, aún queda patente.
- La explotación intensiva del río hace que en casi ningún momento siga su curso natural y los hábitats de estos moluscos (y muchas otras especies) desaparezcan. Las presas, diques, acequias y hormigonado acaban con la naturaleza del río.
- Algunas zonas que sí podrían ser habitats idóneos de estos animales, no registran ninguna vida debido a la utilización de fertilizantes y nuevos métodos de laboreo. En varios tramos aparecieron solamente muestras muertas de gasterópodos y demás fauna.
- La existencia de especies introducidas es permanente en todo el río, existiendo una población enorme de cangrejos americano y señal (también americano), muchos de los segundos aparecían sin pinzas o muertos ya, debido a la afanomicosis. (El cangrejo señal es también portador de estos hongos, pero a diferencia del americano, sí queda afectado y llega a morir) Del cangrejo autóctono no encontramos rastro, pues la convivencia con los otros dos es incompatible. También encontramos peces gato, su existencia allí es resultado del abandono por particulares de acuarios, pues es un pez exótico que está devastando el ecosistema.
El resto de los días los dedicamos a la exploración de los ríos del este, y aquí fuimos ayudados por personas conocedoras del lugar y del tema, aportadas por la administración y conocidos debido a la larga carrera de Pere, coordinador del Grupo Freixe.
He de decir que estos ríos están es un estado mucho más conservado y limpio, y aquí las aguas son claras y corren por su cauce natural, con lo que en los tramos de corriente con profundidad media y grande (a partir de 30 cm), y fondo pedregoso y arenoso a la vez, fue fácil encontrar náyades como la Anodonta, Unio y Psilunio e incluso se encontró algún individuo de la familia de los Esféridos, un Psidium.
Ríos como el Elortz, Erro, Irati, Arga, Salazar son ecosistemas más conservados, aunque las especies introducidas también abundan.
Al contrario que los encontrados en el Ebro, los ejemplares encontrados en estos ríos, se localizaban en zonas de suelo mixto de cantos de piedras y arena, con más corriente y menos profundidad, que es más su hábitat ideal, teniendo que aguantarse los del Ebro con habitats menos idóneos para su supervivencia.
Por desgracia, aunque la Margaritifera auricularia era muy común en nuestras aguas y sobrevive una población en el Ebro (solo en su curso inferior), no se encontró ninguna muestra, aunque la verdad, tampoco contábamos con ello, al conocer de antemano su lamentable estado. Se trata de un bivalvo protegido por la ley al estar en peligro de extinción, y su progresiva desaparición es proporcional a la construcción de presas y azudes.
El proyecto todavía no ha terminado y tendremos que volver más veces hasta que completemos todo el terreno de Navarra, pero esto es un vislumbre de la situación actual, y aunque fueron unos días muy intensos e interesantes, resultaron también bastante alarmantes y pesimistas. Menos mal que tenía la increíble compañia de unas personas, que me enseñaron muchísimo con su enorme
El pasado domingo, día 4 de Agosto partí de Madrid rumbo al aeropuerto de Noaín, Pamplona, para reunirme con los miembros del Proyecto de muestreo de los bivalvos de Navarra. Iba un poco a la ventura porque apenas conocía en qué consistiría el trabajo a desarrollar ni con qué personas iba a encontrarme.
Estas personas eran del Grupo de Natura Freixe, asociación que llevaría todo el peso de la expedición, y el conocido malacólogo Cristian Ruiz Altaba, que aportaría su inmenso conocimiento sobre el tema. Bien, esta gente resultó ser encantadora y excepcional, y desde aquí les mando un saludo por lo buenos que son tanto en su trabajo como a nivel personal.
Ese mismo día nos pusimos manos a la obra: debíamos hacer un recorrido del río Ebro anotando las muestras y hallazgos de moluscos. Se trataba de un proyecto sacado a concurso y promovido por la comunidad de Navarra.
Comenzamos recorriendo el río de Noroeste a Sureste, y en ello tardamos varios días. El primer punto de muestreo fue en las cercanías de un pueblecito llamado Recajo, donde comenzaron los problemas. Las zonas de acceso estaban en una finca particular y se nos prohibía el paso, con lo que tuvimos que buscar zonas de acceso alternativas, donde la vegetación de ribera no fuera además, demasiado abundante y nos impediera el paso. Esto nos ocurrió muchas veces a lo largo del trabajo, complicándonos la búsqueda y haciéndonos recorrer con el coche kilómetros y kilómetros inútiles.
La única muestra viva que encontramos ese día fue en un espacio de río ancho y con suelo bastante cenagoso, donde un compañero, ataviado de gafas de buceo y tubo, dio con un estupendo ejemplar de Anodonta. La existencia de Anodonta es esperanzadora, aunque como bioindicador, apunta que las aguas no están del todo bien, pues es uno de los bivalvos que más aguanta la contaminación. Pero al menos encontramos algo.
De todo el curso del Ebro, solo encontramos dos zonas con abundancia de bivalvos, donde encontramos muchos individuos de Anodonta y Unio en uno de ellos y además de estos dos, también Psilunio en las inmediaciones del pueblo de Milagro, en el último tramo del río al paso por Navarra. En general, en el río Ebro, los ejemplares encontrados estaban en los fondos arenosos y fangosos.
La conclusión general de Cristian Ruiz Altaba, fue que el río, uno de los más importantes de España, se encontraba en peor estado de lo esperado:
- El agua está muy turbia en casi todos los tramos del río. De hecho la materia orgánica depositada en algunos tramos confería a los lodos un aspecto negro y maloliente, siendo la anoxia evidente. Parece que hace unos años el dique de una presa se rompió y se produjo un movimiento masivo de lodos que quedaron depositados perjudicando intensamente la vida en el suelo del río, y esto, aún queda patente.
- La explotación intensiva del río hace que en casi ningún momento siga su curso natural y los hábitats de estos moluscos (y muchas otras especies) desaparezcan. Las presas, diques, acequias y hormigonado acaban con la naturaleza del río.
- Algunas zonas que sí podrían ser habitats idóneos de estos animales, no registran ninguna vida debido a la utilización de fertilizantes y nuevos métodos de laboreo. En varios tramos aparecieron solamente muestras muertas de gasterópodos y demás fauna.
- La existencia de especies introducidas es permanente en todo el río, existiendo una población enorme de cangrejos americano y señal (también americano), muchos de los segundos aparecían sin pinzas o muertos ya, debido a la afanomicosis. (El cangrejo señal es también portador de estos hongos, pero a diferencia del americano, sí queda afectado y llega a morir) Del cangrejo autóctono no encontramos rastro, pues la convivencia con los otros dos es incompatible. También encontramos peces gato, su existencia allí es resultado del abandono por particulares de acuarios, pues es un pez exótico que está devastando el ecosistema.
El resto de los días los dedicamos a la exploración de los ríos del este, y aquí fuimos ayudados por personas conocedoras del lugar y del tema, aportadas por la administración y conocidos debido a la larga carrera de Pere, coordinador del Grupo Freixe.
He de decir que estos ríos están es un estado mucho más conservado y limpio, y aquí las aguas son claras y corren por su cauce natural, con lo que en los tramos de corriente con profundidad media y grande (a partir de 30 cm), y fondo pedregoso y arenoso a la vez, fue fácil encontrar náyades como la Anodonta, Unio y Psilunio e incluso se encontró algún individuo de la familia de los Esféridos, un Psidium.
Ríos como el Elortz, Erro, Irati, Arga, Salazar son ecosistemas más conservados, aunque las especies introducidas también abundan.
Al contrario que los encontrados en el Ebro, los ejemplares encontrados en estos ríos, se localizaban en zonas de suelo mixto de cantos de piedras y arena, con más corriente y menos profundidad, que es más su hábitat ideal, teniendo que aguantarse los del Ebro con habitats menos idóneos para su supervivencia.
Por desgracia, aunque la Margaritifera auricularia era muy común en nuestras aguas y sobrevive una población en el Ebro (solo en su curso inferior), no se encontró ninguna muestra, aunque la verdad, tampoco contábamos con ello, al conocer de antemano su lamentable estado. Se trata de un bivalvo protegido por la ley al estar en peligro de extinción, y su progresiva desaparición es proporcional a la construcción de presas y azudes.
El proyecto todavía no ha terminado y tendremos que volver más veces hasta que completemos todo el terreno de Navarra, pero esto es un vislumbre de la situación actual, y aunque fueron unos días muy intensos e interesantes, resultaron también bastante alarmantes y pesimistas. Menos mal que tenía la increíble compañia de unas personas, que me enseñaron muchísimo con su enorme
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